Foto vía internet. |
El
próximo 9 de octubre se dará inicio en la ciudad de Bogotá a la cuarta versión
del Festival Latinoamérica de Concierto organizado por la Corporación Musicarte
y que sirve como sede para Colombia del festival Sonamos Latinoamérica. En esta
edición el festival contará con artistas de Argentina, Uruguay, Brasil, Bolivia, Venezuela y
Colombia.
Tres primeras ediciones.
En
julio de 2012 tuve la oportunidad de conocer a Olga Pérez, fundadora de la
corporación Musicarte y hermana del pianista y compositor Germán Dario Pérez.
En ese año Olga había sido elegida dentro de un grupo de gestores
culturales y sus proyectos para un curso de capacitación de emprendedores del
sector cultural que dictaba el Ministerio de Cultura en la ciudad de Fusagasugá
y al cual yo había accedido gracias a la gestión de Diana Collazos, mi
socia en Colombia Folcrónica.
Olga
desarrolló los contenidos del curso alrededor de su festival. Nos explicó, por
ejemplo, que Latinoamérica de Concierto es la sede para Colombia de un festival
que había iniciado un músico argentino llamada Óscar Gomitolo y que buscaba
integrar a la región latinoaméricana en una red de festivales para mostrar las
músicas de cada país al continente entero. En Colombia, Olga y Germán Dario se
dieron a la tarea de darle forma a esta iniciativa desde el año 2011. Con una
primera edición realizada en ese año Olga ya estaba preparada para asumir la
segunda edición bajo su responsabilidad y la de su naciente corporación.
Desde
que escuché a hablar a Olga con propiedad de su festival me sentí muy
interesado en colaborar. El festival ofrecía marcadas diferencias con otros
festivales en Colombia que había tenido la oportunidad de conocer. Olga, una
amante de la música andina colombiana, conocedora y de un gran compromiso por
su difusión y permanencia, había gestionado a cuatro meses de la segunda
edición recursos para el traslado de los artistas desde sus países de origen,
alimentación completa para cada músico en los días que estaría en el festival,
hospedaje en hoteles y no en casas o colegios como es costumbre en algunos
festivales y un pago ─que ella considera simbólico pero que es significativo─
para cada músico por su participación en el festival; además los conciertos se
realizarían en auditorios como el Roberto Arias Pérez de Colsubsidio o Fabio
Lozano de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, escenarios con todas las
condiciones para un excelente desempeño de los artistas.
En
el mes de octubre 2012 Olga me permitió vincularme al proyecto en la parte de
producción y coordinación del festival en Villa de Leyva que se llevaría a cabo
en los primeros días de noviembre. Cuando atendí su llamado me impresionó ver
el cartel de invitados. La sola mención de artistas como Alexis Cardenas o el
Dúo Barrockofilo me indicó el nivel de los músicos. En Villa de Leyva día a día
iba recibiendo a músicos como los hermanos Colón Zayas (Puerto Rico), Recoveco
(Venezuela), Laura González Cabezudo (Uruguay), Roberto Martínez
(Colombia), entre muchos otros que desfilaron por el escenario dispuesto por la
alcaldía de Villa de Leyva, Fue una fortuna encontrarme en medio de todos esos
músicos y poder escuchar su trabajo en tres días de festival.
En
2013 la tercera edición se realizó en Bogotá como única sede y como en la
versión anterior, ese año tuve la oportunidad de ver a artistas con un nivel
superlativo: Alezzandro Penezzi (Brasil), Niyireth Alarcón (Colombia), Andrés
Pilar (Argentina), Sergio Gonzáles (Uruguay), por nombrar algunos.
Olga
y Germán Dario le habían dado forma a un festival de un altísimo nivel, pero
por encima de todo habían fortalecido un espacio para el intercambio con
músicos de diferentes regiones del continente que venían y compartían su música
con los asistentes al festival.
Sobre lo musical.
Hace
aproximadamente un año atrás un músico publicó en su perfil de Facebook un
comentario sobre el festival haciendo énfasis en la poca variedad de propuestas
y poca inclusión de otros músicos en el festival. A raíz de su comentario se
inició un debate que involucró a Germán Dario Peréz y cuestionó su gestión como
director musical del festival.
El
debate es pertinente en la medida que permite ver el festival desde afuera,
escuchar lo que otros músicos piensan y hacer reflexiones al respecto. Pero lo
curioso del caso es que el debate sea azuzado por músicos que ganan dos veces
el mismo concurso o una y otra vez la misma convocatoria de las entidades
públicas. Aclaro que esto no está mal: cada músico o agrupación está en todo su
derecho de participar cuantas veces desee en los concursos y convocatorias ─si
las bases así lo permiten─ y ganarlas si su propuesta es buena; lo malo es que
señalemos a los otros y no propongamos espacios de difusión inclusivos para que
no sean los mismos los que se ganen año a año los concursos o las
convocatorias. Comentarios como estos hacen que algunas personas pierdan
el interés sobre en el festival y así se marginen de participar activamente de
un espacio con una oferta diferente que busca fortalecerse.
Está
claro, que como todo festival, concurso, encuentro; Latinoamérica de Concierto
puede tener cosas que deben ser reformuladas: ese es el ejercicio de hacer un
evento como este. La falta dentro del festival de un espacio que sirva como
semillero de jóvenes talentos es a mi juicio uno de esos puntos a considerar.
Sé que el festival no fue en principio creado para eso; la idea original era
mostrar propuestas de altísimo nivel musical y de una trayectoria extensa a
nivel internacional; algunos de nuestras agrupaciones tienen ese nivel y
han sido incluidas pero hay otras que no lo tienen por diversas razones y
quedan marginadas. Sin embargo, he sido testigo del trabajo de Germán
Dario Pérez por integrar edición tras edición artistas con propuestas nuevas,
no solo de Colombia sino de otros países, que respondan a los objetivos del
festival. El esfuerzo se queda corto ante todo lo que hay por mostrar en tan
solo cuatro días de festival pero es un buen principio. Sería bueno que alguien
se anime y proponga un espacio alternativo que se articule año a año con el
festival para mostrar y difundir esas nuevas propuestas. Es una opción.
¿Por qué asistir al IV Festival Internacional
Latinoamérica de Concierto?
Estas
son mis razones (muy personales) para asistir (ojalá) de manera masiva al
festival y que resumen algunas que ya he mencionado y otras que tal vez cada
uno pueda considerar.
- Como ha sido costumbre del festival
este año asistirán músicos de un altísimo nivel, con propuestas sólidas y de un
amplio recorrido internacional que difícilmente podríamos ver reunidos en
cuatro días sino fuera por el festival. Cabe resaltar la participación de
grupos nacionales que vienen haciendo exploraciones dentro de nuestras músicas.
Solo hay que darse una vuelta por la página del festival para ver la oferta de
grupos nacionales.
- Los espacios académicos son
importantes para que músicos en formación tengan la oportunidad de ampliar su
perspectiva y aprender de otras formas de hacer música. Hay talleres como el de
guitarra, charango y ronroco en la música argentina dictado por Martin Páez de
la Torre en la Academia Luis A. Calvo o la clase magistral de canto sobre
músicas uruguayas dictada por Laura González Cabezudo en la Escuela de
Formación Artística Jam. Un músico en formación necesita de estos espacios.
- La posibilidad de conseguir los
trabajos musicales de los grupos participantes y de otros grupos. Año a año el
festival se ha convertido en el punto de encuentro de melómanos que esperan
para adquirir trabajos musicales de difícil acceso en nuestro país. Así que si
usted es uno de esos o sin serlo quiere renovar su colección y espera encontrar
una buena oferta, aliste un poco de dinero para este fin pues no se imagina lo
que puede encontrar allí a muy buenos precios.
- En esta edición se suma el Teatro
Leonardus, una alternativa al norte de la ciudad para los que por
problemas de desplazamiento no podían llegar a los escenarios del centro. Los
conciertos son después de las ocho de la noche. Así que si usted va en carro puede
hacerlo sin problemas de restricciones por pico y placa.
- El costo de los conciertos es
económico. Por lo general cada concierto tiene en escena a tres artistas. Así
que haga cuentas y asista a los que más pueda.
*El contenido de esta entrada es una opinión personal y no representa las opiniones de los organizadores del festival.
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