martes, 30 de septiembre de 2014

Llega la cuarta versión del Festival Latinoamérica de Concierto.*

Foto vía internet. 
El próximo 9 de octubre se dará inicio en la ciudad de Bogotá a la cuarta versión del Festival Latinoamérica de Concierto organizado por la Corporación Musicarte y que sirve como sede para Colombia del festival Sonamos Latinoamérica. En esta edición el festival contará con artistas de Argentina, Uruguay,  Brasil, Bolivia, Venezuela y Colombia.





Tres primeras ediciones.
En julio de 2012 tuve la oportunidad de conocer a Olga Pérez, fundadora de la corporación Musicarte y hermana del pianista y compositor Germán Dario Pérez. En ese año Olga había  sido elegida dentro de un grupo de gestores culturales y sus proyectos para un curso de capacitación de emprendedores del sector cultural que dictaba el Ministerio de Cultura en la ciudad de Fusagasugá  y al cual yo había accedido gracias a la gestión de Diana Collazos, mi socia en Colombia Folcrónica.

Olga desarrolló los contenidos del curso alrededor de su festival. Nos explicó, por ejemplo, que Latinoamérica de Concierto es la sede para Colombia de un festival que había iniciado un músico argentino llamada Óscar Gomitolo y que buscaba integrar a la región latinoaméricana en una red de festivales para mostrar las músicas de cada país al continente entero. En Colombia, Olga y Germán Dario se dieron a la tarea de darle forma a esta iniciativa desde el año 2011. Con una primera edición realizada en ese año Olga ya estaba preparada para asumir la segunda edición bajo su responsabilidad y la de su naciente corporación.

Desde que escuché a hablar a Olga con propiedad de su festival me sentí muy interesado en colaborar. El festival ofrecía marcadas diferencias con otros festivales en Colombia que había tenido la oportunidad de conocer. Olga, una amante de la música andina colombiana, conocedora y de un gran compromiso por su difusión y permanencia, había gestionado a cuatro meses de la segunda edición recursos para el traslado de los artistas desde sus países de origen, alimentación completa para cada músico en los días que estaría en el festival, hospedaje en hoteles y no en casas o colegios como es costumbre en algunos festivales y un pago ─que ella considera simbólico pero que es significativo─ para cada músico por su participación en el festival; además los conciertos se realizarían en auditorios como el Roberto Arias Pérez de Colsubsidio o Fabio Lozano de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, escenarios con todas las condiciones para un excelente desempeño de los artistas.

En el mes de octubre 2012 Olga me permitió vincularme al proyecto en la parte de producción y coordinación del festival en Villa de Leyva que se llevaría a cabo en los primeros días de noviembre. Cuando atendí su llamado me impresionó ver el cartel de invitados. La sola mención de artistas como Alexis Cardenas o el Dúo Barrockofilo me indicó el nivel de los músicos. En Villa de Leyva día a día iba recibiendo a músicos como los hermanos Colón Zayas (Puerto Rico), Recoveco (Venezuela), Laura González Cabezudo (Uruguay), Roberto Martínez  (Colombia), entre muchos otros que desfilaron por el escenario dispuesto por la alcaldía de Villa de Leyva, Fue una fortuna encontrarme en medio de todos esos músicos y poder escuchar su trabajo en tres días de festival.

En 2013 la tercera edición se realizó en Bogotá como única sede y como en la versión anterior, ese año tuve la oportunidad de ver a artistas con un nivel superlativo: Alezzandro Penezzi (Brasil), Niyireth Alarcón (Colombia), Andrés Pilar (Argentina), Sergio Gonzáles (Uruguay), por nombrar algunos.

Olga y Germán Dario le habían dado forma a un festival de un altísimo nivel, pero por encima de todo habían fortalecido un espacio para el intercambio con músicos de diferentes regiones del continente que venían y compartían su música con los asistentes al festival.

Sobre lo musical.
Hace aproximadamente un año atrás un músico publicó en su perfil de Facebook un comentario sobre el festival haciendo énfasis en la poca variedad de propuestas y poca inclusión de otros músicos en el festival. A raíz de su comentario se inició un debate que involucró a Germán Dario Peréz y cuestionó su gestión como director musical del festival.

El debate es pertinente en la medida que permite ver el festival desde afuera, escuchar lo que otros músicos piensan y hacer reflexiones al respecto. Pero lo curioso del caso es que el debate sea azuzado por músicos que ganan dos veces el mismo concurso o una y otra vez la misma convocatoria de las entidades públicas. Aclaro que esto no está mal: cada músico o agrupación está en todo su derecho de participar cuantas veces desee en los concursos y convocatorias ─si las bases así lo permiten─ y ganarlas si su propuesta es buena; lo malo es que señalemos a los otros y no propongamos espacios de difusión inclusivos para que no sean los mismos los que se ganen año a año los concursos o las convocatorias.  Comentarios como estos hacen que algunas personas pierdan el interés sobre en el festival y así se marginen de participar activamente de un espacio con una oferta diferente que busca fortalecerse.

Está claro, que como todo festival, concurso, encuentro; Latinoamérica de Concierto puede tener cosas que deben ser reformuladas: ese es el ejercicio de hacer un evento como este. La falta dentro del festival de un espacio que sirva como semillero de jóvenes talentos es a mi juicio uno de esos puntos a considerar. Sé que el festival no fue en principio creado para eso; la idea original era mostrar propuestas de altísimo nivel musical y de una trayectoria extensa a nivel internacional; algunos de nuestras agrupaciones tienen ese nivel  y han sido incluidas pero hay otras que no lo tienen por diversas razones y quedan marginadas. Sin embargo,  he sido testigo del trabajo de Germán Dario Pérez por integrar edición tras edición artistas con propuestas nuevas, no solo de Colombia sino de otros países, que respondan a los objetivos del festival. El esfuerzo se queda corto ante todo lo que hay por mostrar en tan solo cuatro días de festival pero es un buen principio. Sería bueno que alguien se anime y proponga un espacio alternativo que se articule año a año con el festival para mostrar y difundir esas nuevas propuestas. Es una opción.

¿Por qué asistir al IV Festival Internacional  Latinoamérica de Concierto?
Estas son mis razones (muy personales) para asistir (ojalá) de manera masiva al festival y que resumen algunas que ya he mencionado y otras que tal vez cada uno pueda considerar.

-          Como ha sido costumbre del festival este año asistirán músicos de un altísimo nivel, con propuestas sólidas y de un amplio recorrido internacional  que difícilmente podríamos ver reunidos en cuatro días sino fuera por el festival.  Cabe resaltar la participación de grupos nacionales que vienen haciendo exploraciones dentro de nuestras músicas. Solo hay que darse una vuelta por la página del festival para ver la oferta de grupos nacionales.
-          Los espacios académicos son importantes para que músicos en formación tengan la oportunidad de ampliar su perspectiva y aprender de otras formas de hacer música. Hay talleres como el de guitarra, charango y ronroco en la música argentina dictado por Martin Páez de la Torre en la Academia Luis A. Calvo  o la clase magistral de canto sobre músicas uruguayas dictada por Laura González Cabezudo en la Escuela de Formación Artística Jam. Un músico en formación necesita de estos espacios.
-          La posibilidad de conseguir los trabajos musicales de los grupos participantes y de otros grupos. Año a año el festival se ha convertido en el punto de encuentro de melómanos que esperan para adquirir trabajos musicales de difícil acceso en nuestro país. Así que si usted es uno de esos o sin serlo quiere renovar su colección y espera encontrar una buena oferta, aliste un poco de dinero para este fin pues no se imagina lo que puede encontrar allí a muy buenos precios.
-          En esta edición se suma el Teatro Leonardus, una alternativa al norte  de la ciudad para los que por problemas de desplazamiento no podían llegar a los escenarios del centro. Los conciertos son después de las ocho de la noche. Así que si usted va en carro puede hacerlo sin problemas de restricciones por pico y placa.
-          El costo de los conciertos es económico. Por lo general cada concierto tiene en escena a tres artistas. Así que haga cuentas y asista a los que más pueda.


Para más información del festival puede visitar www.latinoamericadeconcierto.com




*El contenido de esta entrada es una opinión personal y no representa las opiniones de los organizadores del festival.

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