lunes, 25 de julio de 2011

Fidel Álvarez Muñoz

El otro Marco Fidel

Fidel Álvarez Muñoz
El 7 de agosto de 1918 Marco Fidel Suárez asume la presidencia de Colombia. Este antioqueño, reconocido intelectual de su época, dirigió el país hasta 1921. Era la época de la Gruta Simbólica y sus tertulias literarias en donde Emilio Murillo (integrante de esta cofradía de intelectuales) sentado al piano animaba las reuniones con pasillos y valses. Hacia 1917 Pedro Morales Pino regresaba de Guatemala y  con una segunda alineación de la Lira Colombiana, ejecutaba los bambucos y pasillos que aún hoy escuchamos.

El 16 de diciembre de 1944 nace Marco Fidel Álvarez Muñoz, el otro Marco Fidel, el guitarrista de agrupaciones como La Estudiantina Colombia o el Trío Joyel y que al igual que el presidente de principios de siglo, y del cual recibió su nombre, nació en Antioquia en una vereda llamada “El Mango, que quedaba a hora y media a pie de Fredonia, pues carretera no había, y las mulas o bestias eran para los dueños de las fincas”, como lo reseña el mismo Fidel Álvarez, a quién llamaremos así de ahora en adelante. Heredero de los músicos de la primera mitad de siglo como Emilio Murillo o Pedro Morales Pino. Fidel Álvarez, ha sido el formador de un sinnúmero de músicos jóvenes que hoy hacen y divulgan la música andina colombiana.

La niñez
Cuando le pregunté por el número que ocupa dentro de sus hermanos, Fidel Álvarez hizo cuentas y finalmente respondió: fui el sexto. Luego, contó como dos de sus hermanos mayores, Hipólito y José J. Álvarez, tocaban guitarra y tiple en las vecindades y amenizando matrimonios. En ese tiempo les llamaban: las vísperas, me dice y entonces, empieza a recordar como asistía a los ensayos de sus hermanos, escuchando canción tras canción. Él los observaba mientras intentaba grabar en su memoria de niño los acordes y las melodías que ejecutaban, para cuando ellos no estuvieran, poder reproducirlas. No me dejaban acceder a sus instrumentos, entonces, cuando me encontraba solo, yo intentaba imitar lo que ellos hacían, dice Fidel.

Un día, Hipólito y José J. Álvarez, escucharon que alguien en su casa tocaba la guitarra y se  encontraron a Fidel tocando. “Ellos vieron que yo tenía algunos adelantos en el tiple y la guitarra y a partir de ahí, empezaron a enseñarme […] Mis primeros maestros, en una forma indirecta y algo directa,  fueron mis hermanos”. “El pise aquí” fue el método que usaron para enseñarle; un método inventado por ellos en donde tomaban los pequeños dedos de Fidel y luego de poner un acorde empezaban a darle nombres. La Primera era la tónica, La Segunda era la dominante y La Tercera era la subdominante. Fue un poco difícil apartarme de ese lenguaje cuando ya encontré un lenguaje más técnico, dice Fidel mientras sonríe.    

Un abogado que tocaba flauta y su secretario bandolista.
A mediados de los sesenta llegó a Fredonia un estudiante de derecho a hacer su práctica jurídica, Silvio Arias era su nombre y junto con él, Francisco Roldán Gutiérrez, su secretario. Silvio Arias, además de ser abogado, era flautista y conocía, entre otros, a Luis Uribe Bueno, Gabriel Uribe y León Cardona. Por su lado, Francisco “Pacho” Roldán, tocaba bandola.

Fidel Álvarez había salido de la vereda El Mago gracias a que sus hermanos pudieron encontrar trabajo y un sitio en donde ubicarse en Fredonia. Ya en Fredonia, Fidel Álvarez culminó su primaria mientras tocaba en grupos de músicos “de calle” los temas populares de ese entonces. Fue así como formó su primer grupo: El Trío Fredonia. Con este trío Fidel Álvarez tocó en la emisora local y daba conciertos al alcalde y al cura; ofreciendo a sus auditores un repertorio de música de Los Panchos, Dueto de Antaño, Obdulio y Julián, entre otros.

Un día, una persona lo contacto ─ya había pasado algunos años desde su llegada al pueblo y muchos conocían sus cualidades como músico─, le dijo que un abogado había llegado al pueblo y que lo estaba buscando. Era Silvio Arias quien después de escucharlo se lo llevó a Medellín para que tocara, junto con “Pacho Roldán”, en un grupo. 

En Medellín Fidel Álvarez ingresó a La Escuela de Bellas Artes de Medellín. Yo no conocía mayor cosa, entonces ellos ─Silvio Arias y “Pacho” Roldán─ me dijeron: llame a esta persona y dígale que va recomendado, para ver cómo logramos ubicarlo allá, cuenta Fidel. La Escuela de Bellas Artes de Medellín ofrecía talleres de gramática musical, lectura musical aplicada a la guitarra y técnica para guitarra solista. Fidel Álvarez, más por entretenimiento que por una formación como músico, estudió este taller. Allí estudie seis semestres […] hasta cuando me sentí más cómodo; hasta cuando sentí que ya podía leer más o menos, dice Fidel Álvarez.

Allí conoció a Los Hermanos Arias: Edmundo y Ricaurte, el primero, compositor, el segundo, clarinetista de la banda municipal, quienes compartieron con él algunas clases particulares mientras participaba con una estudiantina que dirigía Silvio Arias, conociendo más de cerca la música de compositores como Luis A. Calvo o Emilio Murillo.

Fidel Álvarez viaja a Bogotá
Iglesia San Ignacio 1973, Tunja (Boyacá)
Hacia 1972 Álvaro Romero viajó a Cali y dejó su puesto de guitarrista en La Estudiantina Colombia. “Pacho” Roldan tocaba en la estudiantina y al ver que otros guitarristas también se iban, decidió postular Fidel Álvarez. “Pacho” Roldan dijo: Yo conozco a un guitarrista que les puede rendir, pero está en Medellín. La Estudiantina Colombia gestionó todo y con los pasajes y la estadía asegurada, Fidel Álvarez viajó a Bogotá.

El colegio Camilo Torres de la ciudad de Bogotá servía como sede de ensayos de la estudiantina. Fue allí, un sábado de febrero de 1972, donde Fidel Álvarez se vinculó de forma definitiva a la estudiantina. Todos lo escucharon y se sorprendieron al ver que el nuevo guitarrista tenía el repertorio de memoria. “A mi me dieron las obras previamente para estudiarlas y llegue al ensayo con las obras aprendidas. Yo no he sido el mejor lector a primera vista, pero con la lectura preparada me va muy bien”, dice Fidel.

La Estudiantina Colombia tenía por esos días dos compromisos en dos importantes salas: El Teatro Colón y La Biblioteca Luis Ángel Arango.  Al respecto Fidel comenta: “Cumplimos con esos dos compromisos. No me fue complicado. Me quedaba todo el tiempo para estudiar, pues vine solamente a éso. Me bañaba, desayunaba, y a tocar guitarra todo el día”.

Al término de los dos conciertos Fidel se disponía a regresar a Medellín, pero los integrantes de la estudiantina estaban tan contentos con su trabajo, que decidieron conseguirle trabajo  dictando clases particulares y un empleo en una barbería. Desde ese momento Fidel Álvarez decidió asumir la música como su profesión.

Un trío que nació como un cuarteto (Trío Joyel).
Trío Joyel en el Museo de Desarrollo Urbano, 1984
En los setenta, Gloria Valencia de Castaño presentaba un programa cultural llamado: Carta de Colombia. Un programa realizado por la programadora RTI y transmitido a todo el país por la televisión nacional y la emisora HJCK. A este programa llegó La Estudiantina Colombia gracias a una gestión realizada por Rafael Mayorga, cantante de la estudiantina. Algunas personas podían acceder al programa como público en unas sillas dispuestas para tal fin. Ese día se encontraba Fernando León Rengifo dentro del público asistente.

Días después de la presentación de la estudiantina, Fidel Álvarez recibió una llamada de Fernando León. Así recuerda Fidel esa llamada: “Recuerdo que fue una propuesta muy decente… muy caballeresca. Me dijo: Hola, Fidel, hablas con Fernando León. No sé si me conozcas. Te vi tocar esta semana en el programa de televisión y te tengo una propuesta. Tengo unos arreglos para formar un cuarteto: bandola, tiple, guitarra y cantante, y los integrantes serían estos: Harley Otalvaro en el tiple, Manuel Contreras el tenor, yo estaría en la bandola y había pensando en ti para la guitarra”. Después de reflexionar unos minutos sobre las posibilidades de avanzar en su camino por la música con la Estudiantina Colombia, decidió decir que sí a la propuesta de Fernando.

Se concretó una fecha para el primer ensayo en la casa de Fernando León en el barrio Trinidad Galán. Sonó muy bueno el cuarteto, dice hoy Fidel. Después de este primer ensayo, se armó un itinerario de conciertos en La Radio Nacional de Colombia. La fecha de fundación del cuarteto fue el 25 de mayo de 1974.

Algunos fueron los nombres para esta agrupación que decidió llamarse trío junto con el nombre del cantante. En principio se llamó: Trío Trébol, luego Trío Andino y por último, Trío Joyel, tomando el nombre de una obra de Pedro Morales Pino titulada Joyeles. Por problemas de tiempo y compromisos fuera del país, el tenor Manuel Contreras, cantante de la ópera de Colombia, tuvo que ser remplazado por Gerardo Arellano que estuvo en el trío hasta su trágica muerte en el vuelo 203 de Avianca el 27 de noviembre del 1989 por una bomba que Pablo Escobar ordenó detonar cuando el avión estuviera en vuelo. Al poco tiempo se vinculó Aycardo Muñoz quien se desempeñó como tiplista en remplazo de Harley Otalvaro y que estuvo hasta su fallecimiento en 2008.

El maestro.
Estudiantina Legado Andino Colombiano.
La vida me dio la fortuna de tener a Fidel Álvarez como maestro. Recuerdo que un día me confesó su incomodidad con el nombre de Maestro Fidel.  Sin embargo, siempre me ha resultado difícil no llamarlo así, incluso, me ha resultado difícil llamarlo Fidel Álvarez al escribir esta crónica de su vida.

Un día de 1974, Fidel Álvarez se encontró con Enrique Nieto que lo vinculó al Ballet Folclórico de Sonia Osorio como guitarrista, trabajo que abandonaría para armar un trío con el mismo Enrique Nieto. “Un día Enrique consiguió una serenata muy elegante en el barrio El Chico donde se programó un trío. Él era el bandolista. Llamó a un tiplista que decía que era muy bueno y yo como guitarrista. Ensayamos en su apartamento y resultó que el tiplista era Aycardo Muñoz”.

La forma de tocar la guitarra de Fidel Álvarez, que utilizando una uña en su dedo pulgar, le daba una sonoridad fuerte a los bajos, llamó la atención de Aycardo quien le preguntó dónde trabajaba. En ese momento Fidel trabajaba en la Academia Tunja. Viviendo en Bogotá, Fidel Álvarez viajaba dos veces en la semana para cubrir una jornada de una a siete de la noche. “¿Te gustaría trabajar en Bogotá, ganando lo mismo y sin tener que viajar?” le propuso Aycardo. Claro, dijo Fidel Álvarez. Días después se dieron cita en La Plaza de Bolívar para ir a la oficina de cultura. Ese día se vinculó con la Academia Murillo como profesor de guitarra. Allí trabajó hasta 1992 cuando el presidente Gaviria cerró la academia.  El despido masivo hizo que Fidel junto con otros maestros, demandaran. El pleito duró hasta junio de 1998 cuando un fallo ordenó su restitución del cargo en La Academia Luis A. Calvo. El reintegro se demoró por trámites administrativos y sólo se efectuó en diciembre de 1998.

Desde enero de 1999 y hasta diciembre de 2009, trabajó Fidel Álvarez en la Academia Luis A. Calvo como director de la estudiantina. Allí lo conocí en el año 2003. Ensayando todos los viernes de tres a siete de la tarde, con un intermedio donde todos los integrantes de la estudiantina tomábamos chocolate caliente con roscón que Fidel compraba y preparaba. Por esta estudiantina pasaron muchos jóvenes, que al igual que yo, no conocíamos una bandola o un tiple, y que nos  aventuramos a tocar pasillos, bambucos y danzas; repertorio de Luis A. Calvo, Emilio Murillo, Lisandro Varela y a formar grupos de música andina colombiana a partir de la experiencia ganada en la estudiantina. 




6 comentarios:

  1. es impresionante la importancia y la trayectoria. lástima por quellos que no pudieron estar en el concierto en homenaje (importante EN VIDA) al Maestro Fidel. aunque nunca tuve la fortuna de estudiar con él todos los comentarios que he escuchado son muy buenos

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  2. YO si tuve la fortuna de trabajar con el maestro Fidel, y además de ser un excelente músico, es una excelente persona... complemento que hace que un artísta sea un verdadero maestro...

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  3. Maestro GIGANTE entre gigantes y además un muy buen amigo, saludos

    Edwin Bolívar

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  4. Maestro GIGANTE entre gigantes y además un muy buen amigo, saludos

    Edwin Bolívar

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  5. Tuve el honor de ser su estudiante y el placer sin igual de tenerlo en mi casa en unas tertulias inolvidables. Asistí a su homenaje y lo recuerdo y aprecio con mucho cariño.

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  6. Excelente maestro, tuve la fortuna de estudiar con él en la academia Emilio Murillo. Buen profesor y mejor persona.

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