viernes, 13 de abril de 2012

Acerca del IV Encuentro Nacional de Tiple Solista.

Escrito por Fredy Martinez.
El miércoles 12 de abril finalizó el IV Encuentro Nacional de Tiple Solista de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN). Durante tres días se reunieron en Bogotá músicos de todo el país para compartir sus trabajos artísticos y su actividad docente alrededor del tiple.

En esta ocasión el evento contó con la presentación de los más recientes  trabajos discográficos de dos importantes intérpretes del tiple: Gustavo Adolfo Rengifo, reconocido tiplista vallecaucano, y Ricardo Londoño de Bogotá con su producción “Tiplero Siempre”.  Dos generaciones, dos escuelas diferentes, dos maneras de ver el tiple pero el mismo deseo de aportar y de enriquecer la música para tiple solista. 

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viernes, 6 de abril de 2012

IV Encuentro Nacional de Tiple Solista.

Desde el próximo 9 de abril y durante tres días Bogotá será el epicentro de "la reunión más grande de tiplistas de la historia". 


Con una programación que incluye conciertos, talleres, charlas; este encuentro llega a su cuarta versión reuniendo a los más importantes exponentes de este instrumento junto a los nuevos talentos.


Los amantes de este instrumento y el público en general podrán acceder a todas las actividades de manera gratuita. Para los que quieran registrarse en los talleres y tener una acreditación podrán hacerlo previa inscripción en el correo andotipleando@yahoo.com o al teléfono 3108675852.


Para mayores informes de conciertos y talleres dar click aquí.


Video.

miércoles, 4 de abril de 2012

Repercusión, el nuevo trabajo de Colombita.

Fotografía (cc) Mario Carvajal
Colombita promociona por estos días su nueva producción discográfica titulada Repercusión. Esta es su cuarto trabajo y en esta ocasión presentan un nuevo formato y un nuevo repertorio que aborda músicas de diferentes regiones del país. En entrevista con nosotros hablaron de los detalles de este disco. 


John J. Osorio: Ustedes viene de tres producciones discográficas con un formato de trío típico colombiano. ¿Cómo fue ese camino para llegar hasta lo que hoy es Colombita?

Sofía Helena Sánchez: Nosotros en el 2006 cuando grabamos Colombitis, nuestra tercera producción musical, incluimos un tema que se llama Suite Tairona, que fue nuestra primera incursión en los ritmos de la zona norte de Colombia, y en ella ,lo que hicimos fue percutir sobre los instrumentos: en las tapas, en las cuerdas, los aros; con algunas pulseras. Así era como lográbamos traer las percusiones de esa región y que son casi obligadas por ejemplo en una cumbia, un chandé o un mapalé.

Yo nací en la ciudad de Santa Marta. Sentía que tenía que traer la música con la que crecí a este grupo de cuerdas. No sabía cómo pero al final, obviamente, con la complicidad de mis compañeros y creando una obra dedicada a mi tierra, creo que lo logramos. El pulso nos hacía falta. Hicimos una vez un experimento con percusiones. Siempre quisimos meter la percusión, pero no encontrábamos el camino.

Hace dos años se retira uno de los integrantes y decidimos que, en lugar de remplazar el tiple por un instrumento igual, metiéramos las percusiones y en eso estamos hace dos años. Entonces lo que fue un sueño hace algún tiempo ahora  es una realidad y no sólo estamos incluyendo las percusiones en los ritmos de la costa sino que lo estamos haciendo en los otros ritmos que asumimos de todas las regiones del país.

J. J. O. Este es un nuevo formato no muy común dentro de la música colombiana. ¿A qué y a quién le apunta este formato?

Dora “Corita” Rojas: Después de trabajar tantos años, sobretodo los que hacemos parte de la base de Colombita, no sólo de los diez años dentro del formato de trío tradicional sino de lo que traíamos previamente de nuestros recorridos artísticos y queríamos otras cosas. Entonces es un poco la consecuencia de, no solo dominar ciertas músicas y ciertas maneras de interpretarlas, sino que era abordar otras que también son parte de los retos actuales de los músicos: involucrarse con otros estilos y con otras tendencias que por supuesto demandan estudio e investigación. Entonces para nosotros, como lo decía anteriormente Sofia, no sólo fue un trabajo de exploración que se hizo a nivel tímbrico, instrumental, compositivo en nuestro formato, sino que creemos que las músicas del interior y más que esto el desarrollo de la música nos lleva a abrirnos, y el abrirse responde a otras dinámicas de sostenibilidad de los proyectos: no sólo es avanzar en tu estudio, es que tu trabajo está también en función de esas búsquedas y de la innovación. Entonces a qué le apunta. Le apunta a crecer, a una cosa muy clara que ha sido, sobretodo con la bandola, asumir otro tipo de repertorio y otra manera de tocarla, porque la guitarra es internacional lo mismo que las percusiones. Le apunta a trabajar las músicas tradicionales en otro ámbito, revaluadas y que está en mucha discusión, que es la wolrd music. Es traer esas cuerdas desde los ritmos colombianos hacia un escenario mucha más global.

J. J. O. El disco tiene un repertorio variado. Hablemos de la selección y el porqué del repertorio.

S. H. S.: El repertorio se divide en varias partes. Cuando quedamos bandola y guitarra el primer paso fue reducir lo que ya teniamos para bandola, tiple y guitarra, en esos dos instrumentos. Es un trabajo bastante complicado y muy exigente. Es decir, para Corita y para mi se duplicó el nivel de dificultad, de responsabilidad para no dejar hueco en el tiple, que es un instrumento que llena mucho en la música: es el registro medio, es el que da el rasgeo, es el "platilleo"; es lo más percutido del formato de bandola, tiple y guitarra. Entonces cuando vimos que funcionaba, que lo habíamos logrado, pues duramos mucho tiempo tocando las dos. Empezamos a inventarnos la percusión. Inventarnos es porque hubo varios intentos, varios percusionistas, varios tipos de instrumentos, varias estéticas. Cada percusionista que participó en la primera etapa traía un mundo diferente, una experiencia diferente, un sentir distinto. Eso fue un tránsito bien interesante pero fue un tránsito hasta llegar a lo que somos hoy en día.

Ahora viene una segunda etapa que es la música pensada desde la percusión: bandola, guitarra y percusión. Lo otro es el tipo de repertorio. Estamos mirando que músicas no hemos trabajado para empezar a estudiarlas y para empezar a analizarlas y probar cómo vamos a incorporarlas a este formato.

J. J. O.: Sofía, tú sostienes en gran parte lo musical. ¿Cierto?

S. H. S.: Yo hago las versiones bandola y guitarra. Claro, las reducciones. Hay una cosa que me gusta mucho de Colombita y es que puedo componer para mi grupo; ellos son mis cómplices en la composición y puedo proponer y ellos siempre me dicen que sí por muy absurdo que sea. Recuerdo que cuando le dije a Corita: hagamos Avispa (ir a audio al final de la entrevista), que es algo de San Andres Islas, ella me dijo: dale. Yo le dije: es que esto lleva carraca de burro y el tinajo. Los bajos son algo clave. Qué percusión lleva eso porque por supuesto no podemos traer el formato con la percusión de cada género porque tendríamos un set de un cargar en un camión. No se puede, entonces tiene que ser con los instrumentos que tenemos intentar hacer la adaptación de la percusión. Siempre es un reto. Porque es cierto que hay música que uno ya conoce, y más o menos sabe cómo funciona, pero en la que no conoces y no se ha escrito es donde uno realmente siente que puede utilizar, o debe utilizar la creatividad al máximo y los recursos de la escucha y todo lo demás para poder lograr esos resultados.

J. J. O. Diego, hablemos de la presencia de la percusión en el formato de Colombita. ¿Cómo ha sido ese proceso visto desde el percusionista?

Diego Cadavid: En el momento en que entré a Colombita la propuesta era trabajar con percusiones que no fueran colombianas. A eso es a lo que me he dedicado últimamente: percusiones de diferentes lugares del mundo, de África, percusiones árabes, brasileras, latinoamericanas, celtas. El trabajo consistió en pasar los ritmos colombianos a estas percusiones, buscar los sonidos parecidos de los tambores. Como dijo Sofi, no nos podíamos traer los tambores típicos de cada región entonces la idea era buscar tímbricas, colores que se asemejaran a esos instrumentos tradicionales colombianos pero en un formato más pequeño. Mi set es de tambores pequeños, en eso consiste, en darle el color y una sonoridad distinta pero manejando los ritmos colombianos en ellos.

Cada instrumento de estos tiene una técnica distinta. Esta la técnica árabe que utiliza más los dedos, lo mismo que la técnica hindú. Ya en la técnica africana se utiliza más las manos al igual que en la brasilera. Pero combinando todo, puedo tocar el pandeiro con técnica árabe o en otro momento lo puedo tocar con la técnica que se utiliza tradicionalmente. El bodhrán no lo uso con la técnica que utilizan en Irlanda sino que lo hago con la mano. Es buscar los colores dependiendo del tema; cada uno pide una cosa distinta. Por ejemplo, cuando grabé Sofi me decía: este tema siento que es cálido, o siento que este tema es más frío, como la Guaneña, que viene de Nariño que es una región fría. Entonces se busca el instrumento que dé ese ambiente. Lo mismo pasa con los temas de la costa o un tema como La Cañada, que evoca el agua, ahí utilizo el udú.

J. J. O. Corita, ¿cuáles son los proyectos a mediano y largo plazo?

D. C. R.: Para que un grupo exista durante 12 años se requiere de muchas estrategias. Nosotros hemos tenido que establecer un equilibrio entre aquello que estamos explorando e investigando y que es parte de nuestro trabajo más interno a otro tipo de trabajos que también son importantes y que están en función de ciertos contextos; a qué me refiero, a que nuestro grupo, en lo netamente musical, ha tenido unos logros importantes pero también hemos tenido que mantener muchas cosas tradicionales dentro de lo que fue en su momento el formato. Ahora, cuando este cambia tenemos unos retos, porque si bien seguimos en función de las músicas tradicionales, y ahora mucho más que antes, este formato nos permite volver a otras músicas que no habíamos estudiado y  retomarlas, desmenuzarlas y hacer nuestras propias versiones, ejemplo de esto es la música llanera, la música de las costas e inclusive la misma música  andina pero no la de núcleo en que nosotros veníamos; ese núcleo tan académico y estandarizado desde ciertos parámetros como la partitura y los arreglos sino otro tipo de cosas.

Eso nos lleva a que ahora este trabajo tenga un momento  de difusión importante pero también a que estemos trabajando un repertorio nuevo. Es curioso, uno se gasta un año haciendo el disco y realmente ahora entramos a hacer la promoción de este, pero nuestra etapa más importante está en otros repertorios que son los que estamos estudiando y trabajando en este momento. La idea es a un mediano y largo plazo abrirnos a otros escenarios internacionales y seguir explorando.
Algo que nos ayudo mucho en este proceso de cambio es el entender que siempre  estamos estudiando, siempre necesitamos estar renovándonos y siempre necesitaremos permanecer y esa permanencia significa darle un espacio importante a este laboratorio interno que va nutriendo todo lo que sale: los conciertos, lo que hacemos con los invitados, las propuestas para festivales alternativos, que es lo que estamos buscando ahora, no sólo músicas tradicionales sino abriéndonos a otro festivales que no sólo es de world music, conectándonos con ese desarrollo actual que hay de la música tanto en nuestro país como afuera. Esto que hacemos es valido y tiene un sentido para nosotros pero también debe tener un sentido a un nivel mucho más amplio y eso es lo permite que haya una proyección y un movimiento que nos impulse hacia adelante, que nos dé gasolina.

J. J. O.: En el disco hay una presencia nutrida de músicos invitados ¿cómo fue esa experiencia de grabación con ellos?  

S. H. S.: Fue bonito porque están las personas con quienes empezamos a trabajar con la percusión de Colombita, y que son: Deborah Miranda, que es una percusionista brasilera y su esposo Juan Manuel Vergara “Primo”; ellos tienen en la ciudad de Bogotá una fundación que propende por toda la cultura brasilera: capoeria, samba, música, bueno, de todo. Con ellos dos hicimos una primera parte. Con Deborah una primera parte de Colombita y por supuesto sentíamos que su presencia era un agradecimiento a todo lo que ella entrego en esa primera etapa del grupo.

Está Pedro Ojeda, que fue el segundo percusionista que toco en Colombita y con quien estuvimos en el Festival Centro y en conciertos privados; él es el hombre del afro beat. Es un persona con una técnica y de una corriente bien interesante; gran compositor, con una propuesta propia y original, un estilo de tocar bastante particular y mucha experiencia y ya que él nos acompañó en la segunda etapa era interesante que quedara consignado su sentir en esto porque también ayudó muchísimo.

Está Omar Fandiño “El Choco”. Al abordar músicas llaneras, de alguna manera en el disco teníamos que tener las maracas, aunque en vivo no la tenemos; la tenemos eventualmente cuando invitamos a alguien. Omar es una persona muy querida por nosotros y muy respetada; él a hecho parte de innumerables trabajos discográficos en todas partes. Es una persona muy creativa que a través de su música y de su grupo promueve y hace una propuesta solida e interesante en la música llanera.

Y dos personas que hicieron un sueño particular de Corita y mio. El sueño de Corita con las músicas llaneras era alternar con la bandola llanera, un instrumento que nos llama poderosamente la atención, que nos gusta mucho. Invitamos a Juan Carlos Contreras. Corita tomó la decisión de invitarlo a hacer un dúo: bandola andina y bandola llanera. Eso es un sueño cumplido de hace muchos años. Y yo, pues un sueño de alternar con un guitarrista eléctrico, metalero de catorce años, que es mi hijo. Una persona con la que he compartido y convivido los últimos quince años de mi vida y él ha aprendido muchísimo de las músicas tradicionales colombianas. A pesar de que hacemos música todo el tiempo juntos nunca habíamos grabado juntos, esta es la primera grabación que hacemos los dos, cada uno en su técnica y su estilo pero eso me parece de las cosas más bonitas que he hecho en la vida: es tocar con mi hijo. 


Audio.
Avispa, Souk de Orlin Grenard en versión de Sofía Helena Sanchez. Invitado especial Pedro Ojeda en la batería y voz.