Foto vía Internet |
El
1° de agosto de 1981 se lanzó en Estados Unidos el canal de videos MTV. Un
espacio televisivo que transmitía 24 horas al día videos de artistas principalmente
de rock y pop. Dos años después MTV llegó a Latinoamérica trayendo consigo una
nueva forma de percibir la música para los que habitamos esta parte del
planeta. MTV propició una exploración desde lo visual-estético de los artistas
y realizadores de videos de la época. Artistas como David Bowie con su video Ashes to ashes mostraban a los suscriptores del canal nuevas
formas de apreciar y consumir la música.
Hablando
de músicas colombianas, pero sobretodo de la música andina colombiana, la mayoría de los videos musicales que consumimos y tenemos la oportunidad de ver hoy corresponden a dos tipos. El primero muy
explotado (principalmente) por los duetos de la segunda mitad del siglo XX
donde se ven a los cantantes vestidos de campesinos alternando su
interpretación con imágenes de lugares que muestran un paisaje rural. El
segundo tipo de videos es el que ofrecen los organizadores de los diferentes
festivales y concursos regionales y que en el siglo XXI, y gracias a la
aparición de Internet, podemos ver con facilidad en canales como Youtube. En el
primer caso la estética de esos videos cayó en desuso y en el segundo la
exploración de lo visual no se da pues todo está mediado por el paroxismo del
concurso y los videos son hechos con los recursos técnicos del equipo contratado para este trabajo.
Por
todo lo anterior me parece muy importante que el pasado 20 de enero el Itinerante Trío haya hecho el lanzamiento por redes sociales del video de su versión
del pasillo Huracán. Ellos se unen a algunas agrupaciones como Faoba, Oí, Tríptico,
por nombrar algunas, que le apuestan a una exploración diferente desde la
producción de lo visual a partir de las alternativas que ofrece un video
musical.